- admitamos que necesitamos a los demás
- reconozcamos las obras de los otros
- incluyamos en nuestro lenguaje expresiones de agradecimiento
- aceptemos que muchas de las cosas buenas que tenemos se deben a lo que otras personas nos han dado: amor, protección, cuidados, talento, sabiduría.
Los agradecidos son: honestos, humildes, generosos, grandes, justos, ecuánimes.
Los desagradecidos son: soberbios, egoístas, negligentes, avaros, desleales.
Obstáculos para el agradecimiento...
- la vanidad, que impide a muchos reconocer el aporte de los demás en sus propios logros.
- la costumbre de encontrarle defectos a todo, que lleva a desconocer, por detalles sin importancia, lo valioso de un esfuerzo o los méritos de n trabajo bien hecho
- la envidia y el resentimiento, que hacen tomar como ofensa las bondades recibidas de los otros
- la falta de humildad y de grandeza, que hacen ver el agradecimiento como una muestra de debilidad.
La alegría de dar las gracias...
En los seres humanos la expresión del agradecimiento adopta las formas más encantadoras, variadas y curiosas. Cada cultura tiene las suyas, pero hay unas que son comunes a todas, como la sonrisa, el abrazo, el apretón de manos, los besos y la inclinación de cabeza, entre otras. Lo mismo sucede en el terreno del lenguaje; hay idiomas que no dominamos en absoluto,cuyos sonidos nos son completamente desconocidos y extraños, y sin embargo sabemos decir "gracias" en ellos. Esto es así porque el agradecimiento está por encima de las barreras culturales, idiomáticas, raciales, geográficas.
Dar las gracias es, sin duda, uno de los gestos más alegres, universales y hermosos de que es capaz el ser humano.